Mención especial de la primera edición del concurso de artículos para el Blog Economía Abierta, dirigido a estudiantes de la Licenciatura en Economía de la FCEA
Facundo Visconti
Estudiante de la Licenciatura en Economía
¿Qué dice la evidencia empírica macroeconómica acerca de los efectos de los impuestos sobre el crecimiento económico?
El debate público de este año estuvo marcado por la discusión presupuestal, en particular, por los cambios tributarios incorporados en el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2025-2029. Fueron tres las modificaciones más comentadas: la incorporación del “impuesto mínimo complementario doméstico”, que gravará a las empresas multinacionales radicadas en Uruguay y que tengan ingresos iguales o superiores a 750 millones de euros; la ampliación del IRPF, que pasará a gravar las rentas de capital generadas en el exterior; y el nuevo régimen de encomiendas postales internacionales, conocido como el “Impuesto Temu” (Ferrere, 2025). Otra propuesta ampliamente debatida, aunque no incorporada en el proyecto de ley, fue la impulsada por el PIT-CNT, basada en el artículo de De Rosa y Vilá (2024), que buscaba gravar al 1% más rico de la población, con un impuesto al patrimonio de un 1% que conseguiría recaudar aproximadamente un 1% del PIB. En particular, la organización sindical, proponía la utilización de lo recaudado para la implementación de políticas sociales que permitieran combatir la pobreza infantil.
A partir de las anteriores propuestas, en la esfera pública se llevó adelante un amplio debate sobre los efectos que tendrían estos impuestos en el comportamiento de los individuos, la inversión y finalmente, en el crecimiento económico. Es en este sentido que, para aportar al debate sobre el tema, presentaré una breve revisión bibliográfica acerca de los estudios empíricos que han analizado los efectos que tienen los impuestos sobre el crecimiento económico.
La literatura académica, que ha abordado la temática desde un enfoque macroeconómico, se puede organizar en dos grandes bloques. Por un lado, los artículos que analizan los efectos de la política fiscal en su totalidad, evaluando el impacto de la tributación pero también los efectos que tiene el gasto público en el crecimiento. Este tipo de trabajos, y la evidencia que presentan, considero que son aquellos que aportan ideas más interesantes para pensar propuestas de políticas como la ya comentada del PIT-CNT, donde lo recaudado por un impuesto se utiliza para financiar gasto público. Por otra parte, la línea de investigación que sigue otro conjunto de trabajos, se centra en analizar solamente los efectos de los impuestos, sin tener en cuenta el gasto que realiza el gobierno. Estos estudios buscan determinar, por un lado, qué tipos de impuestos son más (o menos) dañinos para el crecimiento, a partir del análisis de los cambios en la estructura tributaria, y por otro, el impacto que tiene un shock fiscal (ocasionado por un movimiento en las tasas impositivas) sobre el crecimiento. Estos artículos, entiendo que son pertinentes para pensar los efectos de una política fiscal como la del “impuesto mínimo global”.
El primer conjunto de estudios se basa en el artículo de Barro (1990), donde se presenta un modelo de crecimiento que optimiza el trade-off (tensión) entre impuestos y gasto público, bajo el entendido de que los primeros afectan negativamente al crecimiento por su componente distorsivo, al reducir el ingreso disponible de los agentes y que el segundo afecta positivamente al crecimiento pues suministra bienes productivos que pueden ser utilizados por los individuos y empresas, como son la inversión en infraestructura, educación, entre otros. Esta disyuntiva genera que existan niveles de intervención estatal compatibles con una tasa de crecimiento positiva mientras que a niveles excesivos se produce un resultado negativo en el crecimiento. Bajo esta lógica, Kneller et al. (1999), realizan un estudio empírico, para los países de la OCDE, que permite corroborar los distintos efectos que tienen los impuestos en el crecimiento, dependiendo si el instrumento tributario utilizado es distorsivo o no distorsivo y si con lo recaudado se financia gasto público productivo o no productivo. Lo que muestran es que los impuestos poco distorsivos están asociados a los impuestos al consumo, que se explicaría por aplicarse de forma uniforme, como un impuesto de tasa fija, que es neutral y no afecta las decisiones de trabajo, ahorro e inversión (Atkinson y Stiglitz, 1976). Mientras tanto, los impuestos distorsivos son aquellos que alteran los precios relativos y por ello afectan las decisiones de los agentes (Mirrlees,1971). De este modo, concluyen que la utilización de tributos no distorsivos para financiar gasto público productivo (asociado a inversión en infraestructura y comunicación) impacta positivamente sobre el crecimiento económico, mientras que al financiar gasto no productivo (asociado a gasto corriente) el resultado es negativo. Sin embargo, no hallan evidencia significativa para el resultado ambiguo de financiar gasto público productivo utilizando impuestos distorsivos.
Esta línea de investigación ha ido avanzando en el correr del siglo, llegando a un consenso acerca de la posibilidad de predecir la dirección de los efectos, aunque no su magnitud (Kneller y Misch, 2017). En este sentido, Alinaghi y Reed (2021), realizan un meta-análisis que revisa las estimaciones realizadas por un conjunto de artículos para determinar la magnitud de cada efecto. Para ello, agrupan los posibles resultados en tres categorías: Tax-Positive (que son los casos donde un impuesto no distorsivo financia un gasto productivo, o el aumento de un impuesto no distorsivo compensa la reducción de uno distorsivo, por ejemplo), Tax-Ambiguous (que son los resultados difíciles de predecir, como en el caso de que se utiliza un impuesto a la renta -distorsivos- para financiar inversión pública -productivo-) y Tax-Negative (que sería el caso de financiar gasto no productivo con impuestos distorsivos)[1]. A partir de su análisis concluyen lo siguiente: sobre los Tax-Negative, estiman que un aumento del 10% de la carga tributaria de este tipo de impuestos, implica una caída del PIB del 0,2%. Mientras tanto, una recaudación del 10% con los Tax-Positive, están asociados a un aumento del PIB del 0,2%. Y finalmente, para los Tax-Ambiguous su efecto sobre el crecimiento es muy cercano a 0 (-0,004%). En este sentido, las estimaciones van en la dirección esperada por la literatura aunque su impacto sobre el crecimiento es moderado. De igual forma, los resultados son valiosos ya que nos muestran que el efecto de la política fiscal sobre el crecimiento depende de la decisión que se tome al momento de gastar y de qué instrumento provienen los ingresos tributarios.
Por otra parte, tenemos la literatura que presenta evidencia empírica tan sólo centrándose en el efecto de los impuestos. En primer lugar, algunos de los artículos más influyentes[2] fueron los de Arnold (2008) y Arnold et al. (2011); los cuales ponen foco en el análisis de la estructura tributaria y cómo financiar el aumento de un impuesto con la reducción de otro afecta al crecimiento económico. A partir de esto, concluyen que un aumento de los impuestos al consumo y a la propiedad, acompañado de una reducción de los impuestos a los ingresos laborales, fomenta el crecimiento. Mientras que en la otra dirección, al aumentar los impuestos a los ingresos laborales, el efecto sobre el crecimiento económico es negativo. No obstante, el impacto más dañino sobre la economía se explica a partir del aumento de los impuestos a las rentas corporativas. Estos efectos se vinculan, según Schwellnus y Arnold (2008), a las consecuencias negativas que tienen este tipo de impuestos sobre la productividad y la inversión. Sin embargo, estos resultados contradicen la evidencia que presentan Angelopoulos et al. (2007), que encuentran que tanto los ingresos del capital como las ganancias corporativas están sub-gravadas en los países de la OCDE producto de la competencia fiscal internacional, por lo que un aumento de los impuestos sobre estas rentas puede tener efectos positivos sobre el crecimiento. En este sentido, otros estudios muestran que no existe evidencia para afirmar que el impuesto a las rentas corporativas es el más dañino para el crecimiento, siendo que incluso puede tener efectos positivos (Mcnabb, 2018; Baiardi et al., 2018). Estos resultados podrían explicarse debido a que los ingresos fiscales provenientes de esta fuente son utilizados como inversión en servicios públicos, lo que genera un efecto neto positivo sobre el crecimiento (Hoang et al., 2021).
Como comentaba previamente, también es relevante en la literatura aquellos estudios que analizan los shocks fiscales provocados por cambios en las tasas impositivas marginales. El artículo de Romer y Romer (2011), utiliza el enfoque narrativo, que es la revisión de documentación institucional, para captar los cambios fiscales exógenos (es decir, los que no están sujetos a los movimientos cíclicos de la economía), en Estados Unidos desde 1945 a 2005. Los autores hallan que el impacto es más contractivo cuando sólo se tienen en cuenta los shocks exógenos, llegando a la conclusión que un incremento del 1% de los impuestos reduce el PIB en los próximos 3 años alrededor de un 3%. Sin embargo, la última evidencia disponible, que utiliza el enfoque narrativo así como métodos de estimación más sofisticados para el estudio de un conjunto de países de la OCDE y aplicado a distintos tipos de impuestos, no es estadísticamente significativa (Kawano et al. 2025). Según estos autores, no hay evidencia robusta para afirmar que los cambios en impuestos tengan un efecto consistente sobre el crecimiento agregado a mediano plazo; debido a que los efectos de los impuestos sobre el trabajo y la inversión no se traducen directamente en el agregado del PIB, así como pueden existir imperfecciones de mercado que generen que un aumento de los impuestos conlleve un mayor ahorro y por ende mayor inversión futura.
De este modo, se puede concluir que la evidencia empírica sobre los efectos de los impuestos en el crecimiento es mixta. Por un lado, desde el enfoque del gasto público, depende del uso que se le dé a los ingresos tributarios y con qué tipo de impuesto se financie. En este sentido, una política como la propuesta por el PIT-CNT, donde se grava al patrimonio (lo que tendría un efecto distorsivo en la economía) y se utiliza lo recaudado para financiar políticas en primera infancia (que son sumamente productivas en el largo plazo) presentaría un resultado, a priori, ambiguo en términos de crecimiento. Por otra parte, si tan sólo analizamos el efecto de los impuestos directamente sobre el PIB agregado, la evidencia es ambigua, por lo que depende tanto del diseño impositivo como de las condiciones económicas específicas. En consecuencia, cualquier evaluación sobre el impacto de una política fiscal debe considerar no solo el tipo de impuesto y su carga, sino también el destino del gasto público y los posibles efectos de equilibrio general en la economía, reconociendo que los resultados pueden variar según el contexto institucional y estructural del país.
Bibliografía
Alinaghi, N., & Reed, W. R. (2021). Taxes and Economic Growth in OECD Countries: A Meta-analysis. Public Finance Review, 49(1), 3–40.
Arnold, J. (2008). Do tax structures affect aggregate economic growth? Empirical evidence from a panel of OECD countries (OECD Economics Department Working Papers No. 643). OECD Publishing. https://doi.org/10.1787/236001777843
Arnold, J., Brys, B., Heady, C., Johansson, Å., Schwellnus, C., & Vartia, L. (2011). Tax policy for economic recovery and growth. Economic Journal, 121(550), F59–F80.
Atkinson, A. B., & Stiglitz, J. E. (1976). The design of tax structure: Direct versus indirect taxation. Journal of Public Economics, 6(1–2), 55–75.
Baiardi, D., Profeta, P., Puglisi, R., & Scabrosetti, S. (2019). Tax policy and economic growth: Does it really matter? International Tax and Public Finance, 26(2), 282-316.
Barro, R. J. (1990). Government spending in a simple model of endogenous growth. Journal of Political Economy, 98(5 Pt. 2), S103–S125.
De Rosa, M., & Vilá, J. (2024). Taxing the rich in Latin America: revenue and distributional effects of a wealth tax (Serie Documentos de Trabajo DT 14/24). Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad de la República, Uruguay.
Ferrere. (2025, 2 de septiembre). Medidas tributarias incluidas en el Proyecto de Ley de Presupuesto 2025-2029. https://mcusercontent.com/8abbf98d173b1697776ee76cf/files/0f9e245d-b127-998a-bbc2-5a56f85a5611/Medidas_tributarias_incluidas_en_el_Proyecto_de_Ley_de_Presupuesto_2025_2029.pdf
Hoang, L. K., Cao, B. T., Le, K. M., & Nguyen, D. T. T. (2021). Taxation and economic growth: A regression analysis based on a new classification. Ekonomski Horizonti, 23(3), 215-229.
International Monetary Fund. (2013). Fiscal Monitor: Taxing times. IMF.
Kawano, L., Olson, J. S., Slemrod, J., & Hsieh, M. H. (2025). How taxes affect growth: Evidence from cross-country panel data. International Tax and Public Finance.
Kneller, R., & Misch, F. (2017). A survey on the output effects of tax reforms from a policy perspective. Contemporary Economic Policy, 35(1), 165-192.
OECD. (2012). OECD economic policy reforms: Going for growth 2012. OECD
McNabb, K. (2018). Tax structures and economic growth: New evidence from the Government Revenue Dataset. Journal of International Development, 30(2), 173-205.
Mirrlees, J. A. (1971). An exploration in the theory of optimum income taxation. Review of Economic Studies, 38(2), 175–208.
Schwellnus, C., & Arnold, J. (2008). Do corporate taxes reduce productivity and investment at the firm level? Cross-country evidence from the Amadeus dataset (OECD Economics Department Working Papers No. 641). Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Anexo

Extraído de Alinaghi y Reed (2021)
[1] Ver Anexo para visualizar todos los posibles resultados teóricos.
[2] No sólo en el ámbito académico, sino que fueron los artículos que influenciaron en las recomendaciones de política, sobre estructura tributaria, de la OCDE (2012) y el FMI (2013).
